#ElPerúQueQueremos

Chola Power

Publicado: 2012-05-23

CHOLA POWER

Encontrar reales hembras nativas; es decir, mujeres sexys y en pie de guerra, por el centro histórico del Cusco, era algo infrecuente en los ochentas y noventas, hasta podría decirse que eran contaditas con los dedos y muy buscaditas: la del CBC, la del banco, alguna hija de vecino notable, generalmente procedente del valle sagrado o Quillabamba, provincia cuya celebérrima producción de voluptuosas hembras se mantiene hasta nuestros días. De las chicas de barrio poco podía esperarse: desgreñadas y malatrazas, no habían aprendido a mostrarse como mandan los cánones de la líbido, es decir, no sabían causar problemas.

Mientras tanto sucesivas invasiones de bárbaras extranjeras, infestaban las milenarias calles, deshinhibidas y doradas hordas despertaban los apetitos viriles de un Cusco que recién aprendía a ser cosmocholita. Así las aborígenes fueron perdiendo terreno y aunque resistieron en silencio como una murmurante guerrilla que rajaba inmisericorde de esas ofrecidas y liberales chuchumecas gringas. Jamás se rebajaron a competir en igualdad de condiciones

Tendrían que pasar décadas para que las cusqueñas contraatacaran con furor heredado de Mama wako o Chañan Qorikoka, acicateadas por la desleal competencia y en contubernio con la cumbia tropical y el techno huayno, amén de otros ritmos; equipadas con todo el arsenal de ropa entallada para provocar las pasiones, aprendieron a mostrar.

Y ahí las tenemos ahora, como en las mejores pasarelas del mundo, las cholas power están de moda, sin el menor asomo de baja autoestima, le paran la hembra a cualquier fémina de los cuatro suyos. Les faltará predicamento, kilometraje aéreo o cultura ecuménica. No tendrán las caderazas de las caribeñas ni la helénica perfección de las caucásicas; tampoco la maliciosa liviandad de las mediterráneas o el sereno misterio de las japonesas. No lucirán jamás la bíblica belleza provocada por los interminables siglos de éxodo, en las judías o la nívea perfección casi alienígena de las nórdicas.

Pero juegan astutamente sus cartas: ojos bellísimos, piel canela del color del amor, maneras exageradas y andar menudito, algunas incluso saben cocinar como sus abuelas, bailan como telúricas geishas y llegado el caso pueden combatir por su hombre como verdaderas walkirias . Están creando un estilacho propio, un je ne ce quoi de ésos para hacerle entender al mundo que las warmiys de esta llaqta, no le temen a nada que se contonee en dos piernas. A nada que, teniendo tetamenta y nalgatorio provenga de cualesquiera de los cuatro suyos deste desamorado mundo.


Escrito por


Publicado en

blacponcho

Just another Lamula.pe weblog